Por: José Antonio Chávez
La senadora Kenia López recibió al secretario de Gobernación, Adán Augusto no con muy buenos ojos, le dijo que solo le haría una sola pregunta: están sí o no involucrados elementos del Ejército mexicano en el caso Ayotzinapan.
Para la senadora hay una contradicción de tres visiones, del Ejército, de la Fiscalía y la de Gobernación.
Como se esperaba, la comparecencia del responsable de la política interior no sería un día de campo, sin embargo mostró su vagancia política para torear y responder los embates de los opositores.
La panista le restregó que México tiene una herida más abierta que nunca porque hay la presunción (y más tarde se confirmó) que elementos del ejército estuvieron implicados en la masacre de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Y que eso no es bueno para México, y menos que esté haciendo labores de seguridad pública.
Entonces que esas visiones de los tres actores citados demuestran un desorden brutal y que dejan este país sin justicia para las víctimas y sus familias.
En esos reclamos, Kenia soltó que México necesita un secretario de Gobernación de tiempo completo, que no necesita otra “corcholata”, por aquello de la carrera presidencial, y que tampoco se necesita de un secretario que se este promoviendo por una consulta pirata. Vaya, en pocas palabras que si quiere ser “corcholata” pues que mejor renuncie.
Bueno, Adán Augusto comenzó sus respuestas en bloque, y al llegar con Kenia le confirmó que en efecto la carpeta de investigación registra cuatro elementos del Ejército involucrados, es decir su pregunta de si o no, es sí están involucrados.
Pero que no se crea que por ese hecho se pueda decir que es el Ejército, obvio que una golondrina no hace verano.
El secretario de Gobernación y el propio Presidente López Obrador se han enfocado a defender al Ejército, que no es el Ejército, que son elementos y que serán castigados conforme a la ley. Que nadie, absolutamente nadie del caso Ayotzinapa quedará en la impunidad, sea quien sea.
Mientras soltaba su mensaje de respuesta, Kenia atenta desde su lugar escuchaba, porque le había pedido, vaya le rogaba que por favor se comportara, en su respuesta como un estadista, sin politiquería y sin dobles mensajes.
Adán Augusto aprovecho la bola lenta de la panista, si hay cuatro elementos del Ejército involucrados, y creo que ya les vincularon a proceso. El Presidente se comprometió con los mexicanos que se debe saber la verdad igual que lo que pasó en la Guardería ABC en Hermosillo.
Fue una pedrada directa porque basta recordar que en ese tiempo el programa de Guarderías fue creado por el PAN en el gobierno de Felipe Calderón y Sonora lo gobernaba un panista, Guillermo Padrés. Que decir que también que la investigación detectó involucrados a otros panistas y familiares cercanos al ex Presidente.
Al final del día, la comparecencia del Secretario de Gobernación que debería responder también sobre la compra de consciencias de gobiernos o senadores opositores para votar a favor de la reforma de la Guardia Nacional, quedó prácticamente en un empate, tanto panistas y morenistas cada quien su golpe.
Abre la puerta Osorio para votar por guardia nacional
Ayer por la tarde, sesionaron los coordinadores de las bancadas parlamentarias del Senado, en la Junta de Coordinación Política que preside Ricardo Monreal. El tema, lograr acuerdos de la ruta para la reforma de la Guardia Nacional que se vence el 5 de octubre.
La buena es que parece que Monreal logró convencerlos, sobre todo a los priistas de Miguel Angel Osorio Chong que estaban renuentes y negativos a votar a favor de esa reforma que los mismos priistas de la Cámara de Diputados impulsaron como suya.
Osorio Chong parece que tuvo que tragar sapos y ayer cambio su semblante para dejar abierta la posibilidad que el PRI en el senado acompañe esa iniciativa de extender al 2019 el plazo d ela Guardia Nacional en las calles.
O una de dos, ese vuelco fue porque Osorio Chong consideró que es buena opción esa reforma para la seguridad de los mexicanos, o de plano el secretario de Gobernación le mostró los gordos y obesos expedientes que le tienen guardados que huelen a cárcel. Quién sabe que habrá sido el milagro.
