Por: Sofía Nava
Pocas mujeres candidatas a la presidencia en México y EU ¿Por qué?
Acabo de leer una nota muy interesante de AP sobre las candidatas a la presidencia, pero no de México sino en Estados Unidos, nuestro país vecino y nuestro primer socio comercial.
Llamó mi atención ver que, también allá, siendo un país de primer mundo, con una economía tan desarrollada, existan pocas mujeres que busquen ser las candidatas a la presidencia al menos en estas próximas elecciones.
Al igual que México, Estados Unidos nunca ha tenido una mujer como comandante en jefe, históricamente por ejemplo, los republicanos se han centrado en menor medida en elegir candidatas mujeres en comparación con el Partido Demócrata.
En esta contienda, los republicanos siguen sumándose a la carrera presidencial de 2024, 12 personajes en la lista y surge entre ellos una mujer.
Una docena de aspirantes buscan la nominación, pero es Nikki Haley, ex Embajadora de la ONU y ex Gobernadora de Carolina del Sur, la única del grupo.
Y por el ala demócrata, son tres aspirantes y una es Marianne Williamson, autora de autoayuda y exasesora espiritual de Oprah Winfrey, quien se postula por segunda vez.
En la Unión Americana las mujeres representan más del 50 por ciento de la población, pero al igual que en México, están sub representadas en cargos públicos, ya sea en alcaldías, legislaturas estatales o en Washington.
En la Cámara de Representantes, las mujeres constituyen menos de un tercio y el número de Gobernadoras femeninas alcanzó un récord de 12 después de las elecciones de medio término del año pasado.
Comparativamente, en nuestra tierra se sumarán 10 gobernadoras con el triunfo de Delfina Gómez.
La siguiente cita, parte de esta nota, me hizo reflexionar del por qué muchas mujeres deciden no participar en las contiendas electorales. ¿A qué tenemos que enfrentarnos cómo género?
“La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, quien era vista como una posible candidata republicana para 2024, dijo en una entrevista de radio que está enfocada en su trabajo y que, con Trump en la contienda, en este momento no ve un camino hacia la victoria con otra persona».
“La presencia de Trump, junto con el sexismo cada vez más tóxico y violento al que se enfrentan las mujeres como candidatas, puede ser el mayor obstáculo”.
¡Pum! Cuántas lo hemos pensado, sentido o percibido en cualquiera de nuestros ámbitos, estamos viviendo un sexismo más tóxico y violento.
Donald Trump, ex presidente y nuevamente contendiente en esta campaña, nunca ni por error ha dudado en hacer ataques sexistas contra las mujeres que lo desafían, no en vano está siendo juzgado por acoso y abuso sexual.
Pues bien, no es el caso en México de abuso sexual, pero Xóchitl Gálvez acusó al presidente López Obrador de machista.
Hace una par de días, el presidente Andrés Manuel aseguró que Claudio X. González, eligió a Gálvez para ser la candidata presidencial del Frente Amplio por México y que uno de los motivos por los que fue seleccionada, es porque la oposición considera que, al ser una mujer proveniente de un pueblo, va a tener el apoyo de la ciudadanía, aunque arremete, ella forma parte de los conservadores.
La candidata respondió en sus redes sociales: «señor Presidente, así como yo, hay millones de mexicanas que sin la ayuda de nadie luchan por lo que creen y salen adelante».
Gálvez acusó al mandatario federal de machista porque no puede aceptar que una mujer tenga una aspiración política por méritos propios.
¿Estamos realmente frente a un caso de machismo-sexismo?
El presidente lo negó.
Pero, si en sus propias palabras, «por ser una mujer proveniente de un pueblo», suena discriminatorio, que de malo tiene ser pueblo, venir del pueblo, el mismo pueblo bueno y sabío que manda y decide y por el que él ganó.
Lauren Leader, fundadora de All in Together, una organización que trabaja para involucrar a más mujeres en el proceso político, comentó: «Realmente se necesita una personalidad particular para estar dispuesta a tener ese tipo de fortaleza, y no estoy segura de que haya ejemplos de que valga la pena» eso para el caso de EU y creo que los hay definitivamente, pues vimos por ejemplo una Hillary Clinton en su momento siempre empoderada, echada para adelante.
En México creo que justo es lo que vemos, esa personalidad de Xóchitl es la que está generando ruido o miedo al ejecutivo, la que está echada para adelante, la que enfrenta y la que puede ganar adeptos del pueblo porque conecta con ellos, con los de abajo.
Y le decía yo sobre Nikki Haley, ella ha resaltado su género y raza; es de ascendencia india e hija de inmigrantes y con todo, se convirtió en la primer gobernadora en Carolina del Sur.
Entonces queridos lectores, vimos como una Claudia Ruiz Massieu, una Lily Téllez, declinaron seguir en el proceso de elección y nos refleja cuán sensible es el camino para ellas y el mayor desafío para lograr una mayor paridad de género en los cargos públicos.
¿Qué motivaría a más mujeres a postularse para cargos públicos?
La simple idea de influir en las políticas en torno a problemas que nos afectan, ir cerrando la brecha de género y erradicar los machismos, los sexismos, la discriminación.
Ten lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos, y hoy las mujeres aquí y allá también están luchando por ganarse un lugar en la contienda presidencial.
Dos mujeres allá y dos mujeres aquí jugando en partidos contrarios… ¿Se escribirá una historia diferente para ambos países?
O finalmente se impondrá un hombre allá y aquí…
Esta historia continuará…
