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Etiqueta: INPC

  • Analistas anticipan que Banxico moderará alza en tasas

    Citibanamex

    Perspectiva casi unánime de un alza de 50pb en diciembre. En nuestra Encuesta Citibanamex de Expectativas (ECE) de hoy, todos los analistas anticipan que el próximo movimiento en la tasa objetivo de Banxico será un aumento en diciembre, con 29 de 30 participantes estimando un alza de 50pb. Esto implica que la tasa de política monetaria se ubicaría en 10.50% al cierre de 2022, como el pronóstico del consenso de nuestra encuesta de hace dos semanas. La mediana de la tasa objetivo para el cierre de 2023 registró una revisión a la baja a 10.00% desde 10.50% en nuestra encuesta previa.

    Expectativas de un peso más fuerte al cierre de 2022. El consenso en la encuesta espera el USDMXN en 20.00 al cierre de este año, por debajo del pronóstico de 20.30 en nuestra encuesta anterior. Esta es la estimación más baja desde que empezamos a hacer esta pregunta en enero de 2021. Para el cierre de 2023, el tipo de cambio aún se proyecta en 21.00 pesos por dólar, igual que en nuestra última encuesta.

    El consenso pronostica que la inflación general anual se ubicó en 8.25% en la primera quincena de noviembre. Los encuestados estiman que el INPC aumentó 0.66% quincenal durante la primera mitad de noviembre, lo que implica 8.25% anual, ligeramente por debajo del 8.28% registrado en las dos semanas anteriores. Para los precios subyacentes, los analistas proyectan un aumento quincenal de 0.31%, o 8.63% anual, mayor que la tasa de 8.45% observada hace quince días.

    Para noviembre en su conjunto, los analistas estiman una inflación general anual de 8.1%. La inflación general pronosticada por el consenso para noviembre es de 0.85% mensual, o 8.09% anual, 32pb por debajo de la tasa anual registrada en octubre. Para la inflación subyacente, los encuestados proyectan 0.50% mensual, o 8.57% anual, por arriba del 8.42% de octubre.

    Ligeros movimientos mixtos en las expectativas de inflación para los cierres de 2022 y 2023. La estimación mediana para la inflación general al cierre de 2022 disminuyó a 8.48% desde 8.50% hace una quincena, mientras que para 2023 aumentó a 5.16% (5.10% anteriormente). Las expectativas de inflación subyacente para el cierre de 2022 y 2023 aumentaron a 8.35% y 5.05%, respectivamente, desde 8.33% y 5.03% antes. La expectativa mediana para la tasa de inflación anual promedio en 2024-2028 disminuyó ligeramente a 3.78% desde 3.80% en la encuesta anterior.

    Expectativas estables para el crecimiento del PIB. Para 2022, el pronóstico mediano del crecimiento del PIB se mantuvo sin cambios en 2.5%, con un rango de proyecciones que va de 1.7% a 3.0%. Para 2023, el consenso se mantuvo en 0.9%, como en nuestra encuesta previa.

  • Las cuotas de AMLO

    Por: Agustín Vargas

    • Marcha: De a 25 mil acarreados por piocha
    • Más alzas en tasas de interés
    • Panorama económico incierto: OCDE

    Dos semanas después de que se dio la marcha en defensa del INE en la que participaron cientos de miles de personas en al menos medio centenar de ciudades de todo el país, en rechazo también a la pretendida reforma electoral del señor Andrés Manuel López Obrador, ahora éste pretende llenar al Zócalo de la Ciudad de México el próximo domingo 27, con un mitin en apoyo a él mismo.

    Es decir, AMLO convoca a una marcha, con un buen número de acarreados, en apoyo al propio AMLO para, según el propio presidente, informar sobre sus propios logros durante los cuatro años que lleva al frente de su gobierno.

    Acaso tendrá algo que informar el señor de Palacio cuando su gobierno ha sido un total fracaso, con los niveles de inseguridad que vivimos a diario millones de mexicanos y con un desempeño económico desastroso.

    Mientras no exista una política pública que cohesione el tejido social, de empleo y de efectividad de la justicia, no hay forma de combatir la inseguridad que afecta a todos los mexicanos.

    El gobierno ha renunciado a su función básica dejando en manos de la delincuencia organizada grandes porciones del territorio mexicano. ¿A poco de eso hablará el señor López durante su informe?

    Lo cierto es que la pretendida marcha prevista para el 27 de noviembre ha sido calificada ya como la “marcha de la revancha” o del “culto a la personalidad” y fue convocada por el mandatario en respuesta a la gran movilización ciudadana en rechazo a su intención de afectar la estructura del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, instituciones que el propio AMLO ha dejado entrever le estorban en sus planes de perpetuarse en el poder.

    Durante su conferencia mañanera desde Palacio Nacional, un día después de la marcha ciudadana, AMLO refirió que “consultó con las personas” y la “gente quiere una marcha” por lo que, dijo,  encabezará este recorrido en apoyo a él mismo. ¡¡¡Vaya despliegue de cinismo y culto a la personalidad del señor López !!!.

    Cuotas de “acarreados”

    La convocatoria a esta marcha, por supuesto, lleva implícita la tarifa o cuota de participación para las huestes morenistas incrustadas en cargos públicos, desde la jefa de gobierno de la Ciudad de México, pasando por alcaldías y estados aledaños a la CDMX.

    Según nos refirieron algunos funcionarios y exfuncionarios cercanos al señor López, la cuota de acarreados para la marcha del 27 de noviembre es de 25 mil personas para Claudia Sheimbaun, jefa de gobierno de la CDMX, y esa misma cantidad para los alcaldes del partido Morena en la capital del país.

    Para los “superdelegados” del Estado de México, Puebla, Hidalgo y  Morelos, la cuota es de 10 mil acarreados para cada uno. Por lo visto estará bueno el acarreo.

    Lo que es un hecho, es que el llamado del señor López Obrador será recordado como “la marcha del berrinche”, ante el enojo y encono del mandatario por la movilización ciudadana del pasado 13 de noviembre.

    No habrá duda de que la marcha del próximo 27 de noviembre se verá al aparato del Gobierno Federal presionando a los beneficiarios de sus programas sociales. Faltaba menos, pues una buena parte de su objetivo es movilizar a las masas a favor del halago al mandatario.

    Más alzas en réditos

    De acuerdo con la más reciente Encuesta Citibanamex de Expectativas (ECE), todos los analistas anticipan que el próximo movimiento en la tasa objetivo de Banxico será un aumento en diciembre, estimando un alza de 50 puntos base.

    Esto implica que la tasa de política monetaria se ubicaría en 10.50% al cierre de 2022., La mediana de la tasa objetivo para el cierre de 2023 registró una revisión a la baja a 10.00% desde 10.50% en la encuesta previa.

    Los analistas anticipan también que el tipo de cambio se ubique en 20 pesos por dólar al cierre del año, que es la estimación de los especialistas desde enero de 2021. Para el cierre de 2023, el tipo de cambio aún se proyecta en 21.00 pesos por dólar.

    Los encuestados estiman también que el INPC aumentó 0.66% quincenal durante la primera mitad de noviembre, lo que implica 8.25% anual, ligeramente por debajo del 8.28% registrado en las dos semanas anteriores. Para los precios subyacentes, los analistas proyectan un aumento quincenal de 0.31%, o 8.63% anual, mayor que la tasa de 8.45% observada hace quince días.

    Para noviembre en su conjunto, los analistas estiman una inflación general anual de 8.1%. La inflación general pronosticada por el consenso para noviembre es de 0.85% mensual, o 8.09% anual, 32 puntos base por debajo de la tasa anual registrada en octubre. Para la inflación subyacente, los encuestados proyectan 0.50% mensual, o 8.57% anual, por arriba del 8.42% de octubre.

    En relación al crecimiento del PIB en 2022, estiman que éste se mantendrá en 2.5 %, con un rango de proyección que va de 1.7% a 3.0%.

    Estas proyecciones van de la mano, sin duda, con las que dio a conocer ayer mismo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), pues aumentó el estimado de crecimiento para México este año a 2.5% desde 2.1% previo.

    Sin embargo, advierte de una desaceleración en el crecimiento con un 1.6% para 2023, que se revertiría en 2024 con un crecimiento de 2.1%. Además, colocó el estimado de inflación en 8% para 2022 y disminuirá a 5.7% para 2023.

    Para la OCDE, el crecimiento en nuestro país seguirá respaldado por el consumo, el cual se verá beneficiado gracias a la mejora del empleo aunque se verá afectado por la inflación.

    De acuerdo con la OCDE, el panorama económico mundial se está deteriorando por una incertidumbre alta, por el bajo crecimiento (de apenas 3 % para todo el 2022), por los persistentes impactos negativos de la guerra en Ucrania y por una inflación más generalizada que se mantendrá en niveles altos por más tiempo del esperado.

  • Banxico se prepara para encarecer aún más el dinero

    Por: Agustín Vargas

    • Ante persistente inflación ineludible alza en tasas
    • INPC, máximo nivel en dos décadas
    • Prioridades del “austero” gasto público

    No obstante los pírricos visos de recuperación que provocan que los políticos oficiosos echen las campanas al vuelo, lo cierto es que ya, en la segunda mitad de este año, la economía mexicana sigue sin un rumbo definido, y con un nivel de lo la inflación que no da señales claras de haber alcanzado un pico. Al contrario, persiste en mantenerse en tasas elevadas, en máximos de dos décadas.

    El Banco de México ha reaccionado recientemente ante la inflación, al igual que la mayoría de los bancos centrales en el mundo, con un poco más de intensidad en la subida de la tasa de interés de fondeo, una firmeza que, para los analistas financieros, debería estar dispuesto a mantener incluso a pesar de las implicaciones negativas sobre la economía.

    Es por ello que los especialistas –públicos y privados– coinciden en que no se puede descartar que el Banxico mantenga una política restrictiva durante más tiempo de lo previsto anteriormente.

    Este jueves, los integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico realizarán su reunión sobre política monetaria y mucho se ha especulado sobre la magnitud del incremento que se prevé en la tasa de interés de fondeo, misma que han estado ajustándose de forma continua en los últimos días. Estas apuestas van desde incrementos de 50, 75 y 100 puntos base (pbs).

    La idea de que Banxico subiera 50 pbs comenzó a ganar adeptos desde hace dos semanas, después de que a nivel global, sobre todo en EU, los inversionistas habían tanteado a finales de julio con la idea de que, a causa del riesgo de recesión económica, los bancos centrales podrían frenar su ritmo de alzas de tasas en la segunda parte del año. Si la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) sólo subiría en 50pbs, la racionalidad detrás implicaba que Banxico podría hacer lo propio.

    Sin embargo, declaraciones de funcionarios de la FED y un sólido informe de empleo  estadounidense del mes de julio, borraron esta idea de moderación en las magnitudes de subidas. El mercado apuesta de nuevo a que la autoridad estadounidense tendría que subir en 75pbs en su próxima reunión de septiembre.

    No obstante, esta percepción puede volver a ajustarse con la información futura. Incluso, no se descarta que con la cifra de inflación estadounidense de julio, la cual se daría a conocer esta semana, se convierta en un completo generador de apuestas sobre los futuros pasos de la FED.

    La expectativa es que en términos anuales la tasa anual baje en julio a 8.7%, desde el 9.1%. La explicación detrás de esta ligera mejora son los retrocesos en los precios internacionales de las materias primas (commodities) y las políticas internas para disminuir el costo de la gasolina. El rubro subyacente, aquel que excluye bienes volátiles como energéticos y agropecuarios, subiría un poco a 6.1% (desde el 5.9%).

    Si se cumple con ese pronóstico de que baje un poco la tasa anual de precios al consumidor, comenzarían a especular con un posible éxito de la política monetaria, lo que podría dar espacio a que en determinado momento la FED piense en subidas del costo de dinero menos pronunciadas y viceversa, si la cifra anual de inflación supera los pronósticos, se especularía con incrementos de mayor magnitud en la tasa de fondeo.

    Toda esta especulación sobre los futuros pasos de la FED, tiene implicaciones en lo que se piensa haría Banxico. En el corto plazo, luce difícil que la autoridad mexicana pueda desligarse de su par estadounidense.

    Por otro lado, la idea de que el banco central mexicano debería de subir 100pbs lleva varios meses en el tintero. Los que la proponen argumentan que sería una señal correcta y contundente para buscar anclar las expectativas de inflación.

    Los analistas de CIBanco, al igual que un buen número de analistas en México,  pronostican que Banxico la subiría en 75pbs, para dejarla en 8.50%. Así, igualaría al último movimiento de la FED y si bien la inflación superó el 8% en julio, recordar que cae dentro de las últimas estimaciones que publicó la autoridad mexicana, con la esperanza de que en términos anuales toque un pico en el tercer trimestre del año.

    Prioridades de la “austeridad”

    El gasto programable del sector público (que excluye participaciones y servicio de la deuda) fue mayor al del primer semestre de 2021 sólo en 0.5%. No obstante, el gasto público no es y no ha sido tan austero como lo sostiene el discurso oficial, pues el gasto total fue históricamente el más elevado para un primer semestre, tanto en términos nominales como reales y el gasto programable el segundo más alto.

    La asignación de las erogaciones del sector público responde primordialmente a las prioridades gubernamentales actuales, pero éstas parecen más determinadas por objetivos estrictamente político-electorales que por las necesidades más apremiantes para el bienestar sostenible de la sociedad.

    De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Sector Privado (CEESP), el gasto del ramo Turismo creció 260% anual, el de Bienestar 23.7% y el de Trabajo 29.2%. Ello se explica por los crecientes recursos destinados a los programas sociales-asistenciales del gobierno federal que carecen de incentivos para romper el círculo de la pobreza y al Tren Maya.

    Este proyecto, al igual que otras inversiones emblemáticas del régimen como el AIFA y la refinería de Dos Bocas, carecen de estudios o pruebas de beneficio neto social.

    Por el contrario, en el primer semestre el gasto del ramo educación disminuyó 17.9%, y el de salud 6.4%. Aun cuando el ramo de seguridad pública erogó recursos superiores respecto al año anterior (8.9%), su gasto está 30% por debajo del correspondiente al mismo lapso de 2019.

  • Prioridades presupuestales

    Por: Agustín Vargas

    • Energía, por encima de salud y educación
    • Dos Bocas, sobreejercicio en inversión
    • Nueva alza en tasas
    • Se dispara precio de viviendas

    Durante el 2021 el gasto del sector público fue 7.2% mayor al aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), pero no sólo eso, el gobierno de la autollamada 4T tuvo como prioridad exceder el gasto, entre otros rubros, en la construcción de la refinería de Dos Bocas, en el estadoTabasco, entidad natal del señor de Palacio.

    De acuerdo con el análisis de la Cuenta Pública 2021, realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) –estudio que obligatoriamente deberá realizar también la Auditoría Superior de la Federación, que encabeza David Colmenares Páramo–, el ejercicio de los recursos fue mayor para combustibles y energía.

    Para estos rubros se destinó el 20.1 % del total del gasto y se ubicó por encima de los conceptos de gasto de Protección Social, Educación y Salud, en los cuales se ejerció el 18.9 %, 11.9 % y 10.2 % del gasto total, respectivamente.

    El análisis del gasto de 2021, de acuerdo con el documento del CIEP, mostró que el ramo de Energía recibió recursos adicionales para la refinería de Dos Bocas, lo cual explica el sobreejercicio en inversión. En tanto, los ramos de Educación, Salud y Bienestar dispusieron de menos recursos adicionales.

    Durante 2021, el gasto neto total fue 7.2% mayor que el presupuesto aprobado -ascendió a 6 billones 748 mil 950.7 millones de pesos, equivalente a 25.7 % del Producto Interno Bruto-.

    El gasto de 2021 fue 4.9 % mayor que el ejercido durante 2020, en términos reales. Si se escala el gasto ejercido a mil pesos, se observa que 238.4 pesos correspondieron a gasto no programable, mientras que 761.6 de destinaron a gasto programable.

    El gasto programable es aquel que financia la operación del sector público para proveer bienes y servicios a la población, el gasto en programas sociales y todo aquello que es necesario para la operación de las instituciones gubernamentales y el cumplimiento de sus atribuciones.

    En tanto, el gasto no programable es aquel que usa el sector público presupuestario para el cumplimiento de sus obligaciones. No corresponden de manera directa a la provisión de bienes y servicios públicos a la población.

    Estas obligaciones incluyen lo siguiente: las transferencias que se hacen a las entidades federativas y municipios (Ramo 28), erogaciones para las operaciones y programas de saneamiento financiero (Ramo 29), adeudos de ejercicios fiscales anteriores (Ramo 30), así como el costo financiero (los intereses y pago de la deuda (Ramo 24), comisiones, saneamiento financiero y apoyos a ahorradores y deudores de la banca (Ramo 34)).

    Cabe mencionar que apenas en febrero pasado la ASF dio a conocer a la Cámara de Diputados que al fiscalizar la Cuenta Pública de 2020, detectó un posible daño al erario por un total de 63 mil 010 millones de pesos.

    Sin embargo, legisladores de oposición, sobre todo del PAN, no estuvieron conformes con dicho reporte, incluso acusaron al auditor David Colmenares de estar subordinado al presidente López Obrador y maquillar cifras de las auditorías, además de tener conflictos de interés.

    Tasas de interés al alza

    La inflación en nuestro país sigue sin dar señales de moderación, sobre todo el rubro subyacente (aquel que excluye bienes volátiles como energéticos y alimentos). En términos anuales, tanto la general como esta última se mantienen en niveles máximos desde 2001. Particularmente, la subyacente acumula 17 meses continuos de subidas anuales.

    Ante esta situación,  se espera que el mensaje de la Junta de Gobierno del Banco de México, que el próximo jueves llevará a cabo su reunión de política monetaria, sea contundente en su búsqueda por anclar las expectativas de inflación de mediano y largo plazo.

    Todo parece indicar que el Banxico subirá 50 puntos base su tasa de fondeo, para dejarla en 7.0%, aunque hay probabilidades de que la decisión sea dividida y que por lo menos uno o dos integrante de la Junta de Gobierno se inclinen por aumento de 75 puntos base, o sea, tres cuartos de punto porcentual.

    En este sentido, la Junta debería de enviar comentarios de que todas las opciones en cada reunión están sobre la mesa, así como indicios de los niveles de tasas de interés de cierre de año. Los especialistas de CIBanco estiman que la tasa de fondeo finalice el 2022 en 8.50%.

    De lo que si no hay duda es que la autoridad monetaria seguirá subiendo las tasas de interés con tal de intentar frenar la escalada de precios.

    Se dispara precio de vivienda

    Durante el primer trimestre de este año, los precios de las viviendas en México registraron un aumento de 7.7%. El aumento se da en un entorno macroeconómico en el que el PIB creció apenas 1.6% en términos reales en los tres primeros meses de 2022, comparado con el mismo trimestre del año anterior.

    Este incremento contrasta también con el número de trabajadores permanentes registrados en el IMSS, que creció 6.2% comparado con el mismo trimestre del 2021, mientras que la inflación medida por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) fue de 7.5%, y de acuerdo con Banco de México la tasa hipotecaria promedio fue de 10.2%. 

    Durante el primer trimestre de 2022 se registró un descenso en la cantidad de avalúos (8.4% menos respecto al primer trimestre de 2021), en tanto que el precio promedio nacional fue de 1 millón 467 mil pesos, lo que corresponde al precio de una vivienda media.

    Al ordenar los precios de los créditos hipotecarios de menor a mayor, a nivel nacional, se observa que el 25% de las operaciones se realizaron por un precio igual o menor a 582 mil pesos, según el reporte de la Sociedad Hipotecaria Federal.

    El precio mediano fue de 870 mil pesos, lo que significa que 50% de las operaciones en el mercado de la vivienda se realizaron por debajo de este monto y la otra mitad por arriba. El precio del 75% de las viviendas fue menor o igual a 1 millón 671 mil pesos y el resto tuvo un precio superior a este monto.

  • Control de precios en la canasta “del pueblo”

    Por: Agustín Vargas

    • Programa antiinflacionario, acuerdo sesgado
    • Preocupación por la base electoral
    • Copia del pasado, afirman especialistas

    De acuerdo con la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado que realizó Banxico durante abril, se anticipa que la inflación general y subyacente alcancen un nivel de 6.75% y 6.0%, respectivamente, al cierre del año, lo que implica incrementos de 95 y 53 puntos base respecto a la encuesta del mes anterior.

    Igualmente, para el 2023, se elevaron las expectativas inflacionarias a 4.13% y 4.00%, respectivamente. Con relación a la actividad económica, los especialistas ahora estiman un crecimiento de 1.7% para 2022, menor que el de 1.8% esperado hace un mes. Para 2023 la expectativa de crecimiento permaneció en 2.0%.

    La problemática de la economía efectivamente se ha complicado aún más con el repunte de la inflación. Para la primera quincena de abril, la inflación anual -es decir el incremento porcentual del índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) respecto a igual quincena del 2021- alcanzó 7.72%, tasa no vista desde hace 20 años.

    Esto, por supuesto, revive múltiples preocupaciones relacionadas con lo ocurrido en las últimas décadas del siglo pasado, cuando a menudo la inflación parecía no tener remedio y la economía estaba totalmente asfixiada.

    El presidente López Obrador parece estar preocupado por el brote de la inflación, debido, particularmente, por el efecto que pueda tener en el poder de compra y el ánimo de su base electoral, entre otras razones. En ese contexto, anunció que se trabaja en un programa de combate a la inflación y a la carestía, cuya presentación está prevista para este miércoles 4 de mayo.

    Para su elaboración, se convocó a un grupo de empresas distribuidoras de alimentos y a otro de productores. La idea es una especie de pacto negociado que buscará efectos durante 6 meses para reducir o contener la presión sobre los precios de 24 productos. En las primeras reuniones las autoridades de Economía y Hacienda aseguraron que no se busca un control de precios con topes.

    Cuando se cuestionó al presidente sobre si esto implica un control de precios, respondió: “Sí. No control de precio, vamos a garantizar Precios de Garantía, vamos a garantizar precios justos, para no hablar con redundancia, en los básicos. Precio de Garantía, que es otro instrumento importante, en maíz, en frijol, en arroz, en leche, es parte del plan”. Aunque no dio más detalles que lo que esto significa.

    En las reuniones se consideraron varios temas que pueden aligerar la presión sobre los precios, como evitar incrementos del costo de los combustibles, medidas para impulsar la producción de granos, seguridad en las carreteras, exención de la carta porte, control de las tarifas de peaje, eliminaciones de cupos de importación y reducciones de aranceles, entre otros.

    El pacto se concentra explícitamente en 24 productos. 14 de ellos pertenecen a rubros genéricos de canasta básica en el INPC y la mayoría son alimentos (22).

    Copia del pasado

    Aunque falta ver como se concreta con detalle, para muchos el acuerdo es un instrumento similar al Pacto de Solidaridad Económica (PSE) que se usó a fines de los años 80s y principios de los 90s para combatir la inflación en México, de manera más o menos parecida a otros programas “heterodoxos” de la época como los planes Real y Austral de Brasil y Argentina, respectivamente.

    Pero este programa tendrá que diferir mucho del PSE de los 80s y 90s. El PSE utilizaba “anclas” macroeconómicas para enfriar la inercia inflacionaria. Era tripartita y cada parte aportaba algo concreto y poderoso: el gobierno se comprometía a un ajuste fiscal sustancial y a mantener una cierta trayectoria del tipo de cambio a futuro; los sindicatos moderaban sus aspiraciones salariales basándose en la inflación “esperada” o programada hacia adelante en vez de la pasada; y el gobierno negociaba ampliamente con el sector privado organizado una contención de precios.

    Las negociaciones eran largas y detalladas. A menudo a nivel de ramas y hasta productos muy específicos (como el bolillo, por ejemplo). Se lograron acuerdos que hoy se ven difíciles de alcanzar simplemente por citar a algunas empresas a grupos de trabajo. Y no hay que olvidar que, a diferencia de los tiempos del Pacto, hoy los acuerdos de precios están en principio prohibidos por la ley de competencia económica.

    Es posible que el interés del presidente sea simplemente afirmar en el futuro, en unos seis meses, que la canasta a la que se refiere no aumenta de precios. No sería la primera vez en la que en su discurso descalificara la validez de indicadores generales y robustos como es el Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

    Bastaría con que su retórica subrayara que su genial programa asegura la estabilidad de la canasta básica “del pueblo” y que el resto del aumento del INPC afecta a otros productos, los que consumen los “fifís”, “neoliberales”, “conservadores” y, en general, sus “adversarios”. Ya se verá.

  • Más inflación pegará en crecimiento

    HR Ratings

    • HR Ratings comenta sobre las principales variables macroeconómicas de 2022 y 2023, y la prudencia fiscal. Dentro del documento, destaca la importancia de mantener la estabilidad en términos del SHRFSP.

    Aspecto macroeconómico y principales variables

    Los Pre-Criterios de política económica definen el inicio de los trabajos por parte de la Secretaría de Hacienda para construir el paquete económico de 2023. En el documento se realiza una revisión a los principales supuestos macroeconómicos, en donde, en esta edición, destaca la revisión a la baja para las estimaciones de crecimiento de la actividad económica, la cual ahora considera un crecimiento de 3.4% real anual para este año, una disminución desde el 4.1% real anual establecido en los CGPE 2022. En contraste, HR Ratings supone un crecimiento real del 2.2% para 2022.

    Llama la atención que el crecimiento puntual se defina, en esta ocasión, en el límite superior del rango de crecimiento. Para 2022, se está considerando un rango de crecimiento entre 1.4% y 3.4% real anual, con el punto medio ubicándose en 2.4% y se compara con el rango entre 3.6% y 4.6% con el punto medio en 4.1%, considerado en los CGPE 2022.

    Consideramos que la revisión a la baja en la estimación puntual establecida es todavía optimista, si se considera la coyuntura actual, en donde se mantienen los problemas en las cadenas de suministro y los cuellos de botella por la falta de insumos, sumado al difícil entorno global, que ha producido el encarecimiento de algunos commodities y las persistentes presiones inflacionarias, especialmente del lado del componente subyacente, elementos que se han extendido más de lo que habíamos anticipado.

    Para 2023, los Pre-Criterios contemplan un crecimiento puntual de 3.5% real anual con un rango de crecimiento de 2.5% a 3.5% (punto medio 3.0%), ligeramente por encima del 3.4% proyectado en los CGPE 2022, mientras que HR Ratings supone un avance de 2.1% real anual. Es importante considerar que un cambio en el marco regulatorio de la industria eléctrica desalentaría la inversión privada, la cual sigue ubicándose en niveles bajos, reforzando aún más nuestras expectativas menos optimistas hacia 2023.

    Aunado a estos factores, hay que agregar una política monetaria más restrictiva. Durante el primer trimestre de 2022 (1T22), se ha observado un endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales alrededor el mundo, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos inició su ciclo de alzas en la reunión de marzo, con un aumento de 25 puntos base (pb) y se prevé que los incrementos continúen ininterrumpidamente en las siguientes reuniones de política monetaria a largo de 2022.

    En México también nos estaremos enfrentando a una restricción monetaria mayor. El banco central ha optado por incrementos de 50 puntos base (pb) en las últimas tres decisiones y la tasa de política monetaria ahora se ubica en un nivel de 6.50%. En la revisión de nuestros escenarios macroeconómicos1 anticipamos que la tasa de interés de referencia cerrará el año en 7.50%, aunque ese escenario mantiene sesgos al alza, dada la coyuntura actual y el inicio del ciclo restrictivo por parte de la Fed. En este contexto, los Pre-Criterios reflejan una postura más restrictiva al suponer que la tasa de los cetes a 28 días cerrará 2022 en 7.8% y 8.0% en 2023. Consideramos que estos supuestos dificultan aún más el crecimiento real del PIB planteado en el documento.

    En cuanto al tipo de cambio, los Pre-Criterios 2023 reflejan una relativa estabilidad cambiara, actualizando el nivel del tipo de cambio nominal al cierre de 2022 en P$20.7/US$ desde el P$20.4/US$ establecido en los CGPE 2022 y de P$20.9/US$ para 2023. Suponemos que lo anterior podría reflejar la apreciación que ha mostrado el peso en las últimas semanas, a pesar de los episodios de volatilidad observados, consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania. Consideramos que los ajustes realizados en la tasa de política monetaria han tenido un efecto positivo para el tipo de cambio y los ajustes subsecuentes continuarán dando estabilidad a la moneda. Este supuesto de estabilidad cambiaria luce muy consistente con la fuerte restricción monetaria planteada en los PreCriterios.

    Respecto a la inflación, se realizó una revisión para la inflación anual al consumidor de 2022, ubicándola en 5.5% respecto al 3.4% establecido en el paquete 2022. Lo anterior se encuentra por encima de nuestra última revisión de marzo (+5.0% anual). Las presiones inflacionarias continúan haciéndose presentes durante 2022, con una importante revisión por parte de la Secretaría de Hacienda, dado los recientes sucesos geopolíticos que han afectado la convergencia de la inflación en el mediano y largo plazo hacia el rango objetivo establecido por el Banco de México de 3.0% (+/-1.0%).

    Es también importante considerar que la alta inflación es un fenómeno mundial, especialmente en los Estados Unidos. La inflación anual a febrero medido en su CPI registró un nivel de 7.91% comparable al 7.28% para el INPC. Por lo tanto, la inflación en México no provoca mayores temores entre los inversionistas y esto podría propiciar un entorno de mayor estabilidad cambiaria.

    Los incrementos en las expectativas para la inflación al consumidor tienen un impacto comparable para los supuestos de la inflación medida en términos del deflactor del PIB. El efecto de la inflación produce un menor crecimiento real, sin embargo, en términos nominales, el PIB experimentaría todavía importantes avances. Esto, a su vez, tiene, el efecto de reducir el avance de métricas importantes como deuda y déficit en términos del PIB.

    Se mantiene la prudencia en las principales métricas fiscales

    Consideramos de gran importancia la estabilidad que se mantiene con relación a la deuda medida en términos del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) en los Pre-Criterios de 2023. Hacienda espera que esta métrica se limite a 49.5% del PIB en 2022, una reducción desde el 50.1% observado al cierre del 2021. Por otro lado, el déficit público se proyecta en 3.1%, ligeramente por arriba del 3.0% observado al cierre de 2021, pero en línea con lo proyectado en los CGPE 2022, manteniendo la prudencia fiscal establecida anteriormente.

    En lo que se refiere al Saldo Histórico (SH), aunque se espera que se reduzca como proporción del PIB (para ubicarse en 49.6% del PIB, 1.4 puntos porcentuales por debajo del 51.0% lo establecido en el paquete 2022 y por debajo del 50.1% al cierre de 2021), esto se explica por el incremento en el PIB nominal. El SH cerraría en ambos casos en aproximadamente P$14,340mm. La estabilidad del tipo de cambio, el cual cerró 2021 en P$20.6/US$ se mantendría y se espera que 2022 cierre en P$20.7/US$, limitando el incremento en el componente externo del SH por movimientos cambiarios.

    Por su parte, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), que es la medida más amplia al nivel del Sector Público Federal, subiría de 3.5% (P$996.6mm) a 3.7% (P$1,074.6mm). Suponemos que lo anterior refleja un aumento en el rubro de las Adecuaciones, consecuencia del alza en la inflación esperada, produciendo un mayor incremento en la deuda, principalmente del Gobierno Federal denominado en UDIs cuyo valor está relacionado al INPC. Sería hasta 2023 cuando podríamos esperar un déficit público por debajo del 3.0%, cuando se estima que alcanzará el 2.8% del PIB, lo que significaría un avance, resultado del crecimiento económico esperado y un balance presupuestario similar al año anterior en términos absolutos. Es importante notar que antes del impacto de la pandemia, el déficit presupuestario mantenía una meta del 2.0% del PIB.

    Dentro del documento se puede observar que el actual gobierno continúa manteniendo la prudencia fiscal, a pesar de la actualización de los ingresos totales esperados para 2022, que en parte se beneficiarían por el incremento de los ingresos petroleros del Gobierno Federal y Pemex. El incremento de estos ingresos es resultado de la considerable alza en las estimaciones del precio de la mezcla mexicana de exportación (MME), la cual se espera que se ubique en 92.9 dólares por barril (dpb) en promedio durante 2022, desde los 55.1dpb establecidos en los CGPE 2022.

    La cifra actualizada para el precio promedio de la mezcla durante 2022 es similar a nuestra expectativa de 90dpb. Este incremento del 68% es resultado, por un lado, de los problemas ocasionados por la pandemia con choques de oferta y demanda y que, como lo observamos durante 2021, reflejó una recuperación de la demanda, dado que las principales restricciones de actividades y movilidad fueron más laxas; mientras que por el otro, las tensiones geopolíticas en Europa del Este han provocado distorsiones en los precios internacionales de algunos energéticos, destacando el petróleo crudo y el gas por la importante contribución que realizan al mercado internacional.

    En los Pre-Criterios 2023 se está considerando que el balance primario sea deficitario en P$13.2 mil millones (mm) (0.0% del PIB), una considerable mejora respecto al déficit de P$83.6mm (-0.3% del PIB) establecido en los CGPE 2022, lo cual estaría respaldado por la mejora en los ingresos petroleros, que ayudaría a mitigar la caída derivada de los ingresos del IEPS a las gasolinas con afectaciones en el nivel de ingresos tributarios del Gobierno Federal. En contraste, se contempla que el costo financiero sufra un incremento para ubicarse en 3.0% del PIB vs. 2.8% del PIB aprobado en el paquete 2022.

    HR Ratings destaca los esfuerzos de la actual administración por reducir la evasión fiscal e incrementar la recaudación tributaria sin el aumento o la creación de nuevos impuestos, acción que se ha observado en los últimos tres años, que en conjunto con la prudencia fiscal han mantenido unas finanzas públicas sanas, a pesar del choque provocado por la pandemia durante 2020 y parte de 2021. Por lo anterior, consideramos estos logros fiscales como uno de los ejes rectores para mantener una meta de deuda como proporción del PIB adecuada.

    En la Figura 1 mostramos las principales variables macroeconómica y de finanzas públicas contempladas en los Pre-Criterios 2023.

  • Como en tiempos preneoliberales

    Por: Agustín Vargas

    • Economía sin rumbo fijo
    • Inflación incontenible
    • Aeropuerto CDMX, la odisea

    La reducción preliminar del PIB en el tercer trimestre del año confirmó la lentitud de la economía, mientras que la política gubernamental busca el control de sectores estratégicos para impulsar, supuestamente, el crecimiento pero al mismo tiempo niega apoyos específicos para la reactivación del empleo formal y las Pymes.

    Esto, naturalmente, ha generado un ambiente de incertidumbre y desconfianza hostil a la inversión que perjudica las expectativas de crecimiento. Y ello se reflejó en la reciente encuesta que realizó el Banco de México entre los especialistas del sector privado.

    El documento reportó en octubre un promedio de crecimiento del PIB para 2021 menor al del mes anterior que, si bien se mantuvo elevado para el año en su conjunto, 6.0%, indica un cambio de tendencia para los próximos meses. Para el tercer trimestre la predicción promedio se redujo de 6.59% a 5.93% y para los próximos 10 años se situó en 2.21%.

    En la misma línea, estimaciones más recientes de Citibanamex indican un menor incremento del PIB para 2021, bajando de 5.9% a 5%, y para 2022 de 2.7% a 1.9%. Es probable que la falta de dinamismo se extienda hasta finales del año.

    Desde la perspectiva social, el riesgo mayor es que si este es el caso se limitaría la creación de empleos, se alejaría la mejoría del bienestar de los hogares y se mantendrían elevados los niveles de pobreza. Un tema de preocupación importante es que, junto con la pérdida de impulso de la actividad económica, se presenta un repunte de la inflación.

    Sin una política más activa para mitigar los efectos de la prolongada falta de dinamismo económico, es poco probable que las expectativas mejoren. La probabilidad de que la inversión florezca es menor y por lo tanto también la de retomar una senda de crecimiento saludable.

    Inflación galopante

    Como en los tiempos de los gobiernos que precedieron a la era neoliberal (echeverrismo y lopezportillismo) y que hoy practica fervientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador, quizá por haber sido su cuna política, la economía mexicana no alcanza a definir su rumbo y la inflación está más que desatada.

    Ayer se reportó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció en octubre 6.24%, la máxima inflación mensual en 23 años, desatada principalmente por las alzas en los precios de energéticos, como gas LP y la electricidad; sí, los mismos que la 4T promete y promete que controlará.

    La tasa anual del INPC de  6.24% en octubre (6.00% en septiembre), es su nivel más alto desde diciembre de 2017.

    Con este dato el pronóstico de las principales firmas económicas y analistas para la inflación al cierre de 2021 pasa de 6.57% a 6.70% para la parte general y de 5.15% a 5.25% en la subyacente.

    Es muy probable que Banco de México revise al alza sus estimados de inflación de corto plazo en el siguiente comunicado de política monetaria e independientemente que el aumento en la tasa de interés de referencia sea de 25 ó 50 puntos base en la reunión de esta semana (+25 pb estimado), como medida para mitigar el nivel de inflación, se espera que el voto de los miembros de la Junta de Gobierno ya sea unánime.  O, al menos, que se pongan de acuerdo.

    Aeropuerto CDMX, la odisea

    Por placer o por negocios, quizá amigo lector recientemente haya estado en el aeropuerto de la Ciudad de México para abordar un avión que lo conduzca a su destino. Si es así, pudo ya comprobar y padecer el pésimo servicio de la terminal aérea y el mal trato que dan a los usuarios los encargados de los puntos de revisión a los pasajeros.

    Al margen de las condiciones deplorables en que se encuentra el aeropuerto Benito Juárez por falta de mantenimiento, cada vez es más intenso el entorpecimiento que realiza de manera sistemática el personal de las empresas de seguridad que contrata la administración de la terminal aérea, que sin ser policías pero que se ostenta y actúa como tal, someten a los pasajeros a ridículas revisiones que nada tienen que ver con la seguridad aeroportuaria.

    Con tono despótico y amenazador obligan a los ciudadanos a casi desnudarse para evitar que éstos escondan entre sus ropas “sustancias raras” y sin ser especialistas y menos investigadores, ellos determinan y definen como  “sustancias raras” los contenidos en los frascos de shampos, lociones, perfumes, medicamentos, etc. etc. 

    Y si a su buen entender y preparación académica e intelectual de los vigilantes erguidos y erguidas de policías, nada les checa intimidan al pasajero, acusándolos de transportar sustancias sicotrópicas o lo que se le parezca y le dicen que lo someterán a pruebas para saber si su equipaje da positivo a cocaína. Haga usted el refabroncabor.

    El asunto es que estas revisiones,  a las que ahora hay que agregar también el llenado de un formato de “sanidad” que exige la Secretaría de Salud a cada viajero, pero que nadie revisa y menos lee, hace que los pasajeros pierdan en promedio una hora antes de poder ingresar a la sala de abordaje.

    El emblemático aeropuerto de la Ciudad de México, antes considerado como un  orgullo de la capital mexicana, es un verdadero desastre que se ha convertido en un auténtico viacrucis para los viajeros, pero no porque haya perdido su vida útil, sino por el descuido al que lo han sometido las propias autoridades y administradores.

  • Analistas anticipan más inflación en 2021

    Citibanamex

    El consenso continúa anticipando un incremento de 25pb en noviembre. Los 31 participantes en nuestra Encuesta Citibanamex de Expectativas de hoy prevé que Banxico aumentará la tasa de política en su reunión de la próxima semana. El 77% de los analistas (24/31) estima que el incremento será de 25pb, mientras que el restante 23% (7/31) pronostica un incremento de 50pb en la tasa objetivo. La expectativa mediana para la tasa de política al cierre de 2021 permanece en 5.25% (igual que en nuestra encuesta anterior), mientras que para el cierre de 2022 ésta se pronostica en 6.00% (vs. 5.75% hace dos semanas).

    Peso más débil en 2021. El consenso ahora espera el peso en 20.50 unidades por dólar al cierre de 2021, mayor a las 20.30 en nuestra encuesta previa. Al cierre de 2022, el USDMXN se proyecta en 21.00, sin cambios en los últimos cuatro meses.

    El consenso prevé una inflación general anual de 6.2% en octubre. Los encuestados pronostican un crecimiento del INPC de 0.75% mensual en octubre, lo que implica una tasa anual de 6.15%, 0.15pp mayor a la del mes anterior. La inflación subyacente de octubre se anticipa en 0.46% mensual, o 5.15% anual, por arriba de la tasa de septiembre de 4.92%. Por lo tanto, la inflación no subyacente de octubre se estima en 9.23% anual desde el 9.37% anual observado un mes antes. Para noviembre, se proyecta que la inflación general anual se acelere a 6.69% anual (0.58% mensual).

    Mayor inflación general y subyacente para los cierres de 2021 y 2022. Las expectativas de inflación general para el cierre de 2021 aumentaron a 6.70% anual desde 6.50% hace quince días. Las estimaciones para el cierre de 2022 también crecieron, a 3.90% desde el 3.83% anterior. La inflación subyacente pronosticada para 2021 se incrementó a 5.30% desde el 5.10% anterior, mientras que para el cierre de 2022 aumentó a 3.73% desde el 3.67% previo.

    Expectativas de crecimiento del PIB en 2021 disminuyen otra vez. La estimación para el crecimiento económico en 2021 disminuyó ligeramente a 6.0%, después de mantenerse alrededor de 6.1-6.2% durante los últimos tres meses, con un rango de pronósticos que va desde 5.0 a 6.5%. Para 2022, las expectativas de crecimiento disminuyeron a 2.9% desde 3.0%.

  • Analistas anticipan que seguirá estabilidad en tasas

    Citibanamex

    El consenso continúa anticipando que Banxico mantendrá la tasa sin cambios en todo 2021. De los 29 participantes en la edición de hoy de nuestra Encuesta Citibanamex de Expectativas de (ECE), la institución mediana sigue esperando que la tasa de política permanecerá en 4% al cierre del año, la misma estimación que en nuestra encuesta anterior. El consenso continúa pronosticando la tasa de referencia en 4.50% para diciembre de 2022, al igual que hace dos semanas. Persiste mucha incertidumbre respecto a cuándo se producirá el próximo movimiento en la tasa de política, con un rango de estimaciones que varía entre un recorte de 25 pb en agosto y un aumento de 25 pb que se produciría hasta septiembre de 2023. Destacamos que la fecha mediana estimada para el próximo movimiento en la tasa de política de Banxico es ahora noviembre de 2021, aunque cinco instituciones que explícitamente ven esta tasa en 4% para el cierre de año no respondieron esa pregunta.

    Expectativas de tipo de cambio ligeramente más fuertes. El consenso espera el peso en 20.40 unidades por dólar al cierre del año, ligeramente menor al 20.50 de nuestras últimas cinco encuestas. Para el cierre de 2022, el USDMXN ahora se proyecta en 21.05, marginalmente menor al 21.07 esperado en nuestra encuesta anterior.

    El consenso pronostica que la inflación general anual se ubicó en 5.9% en la primera quincena de junio. Los encuestados anticipan que el INPC creció 0.20% quincenal en la primera mitad de junio, lo que implica una tasa anual de 5.87%, menor que el 5.99% registrado en las dos semanas anteriores. Para la inflación subyacente, los analistas estiman una tasa quincenal de 0.20%, o de 4.41% anual, por debajo del 4.51% observado hace quince días.

    Para todo junio, los analistas proyectan que la inflación general anual será de 5.7%. Según el consenso, la expectativa de inflación general de junio es de 0.35% mensual o 5.68% anual, por debajo del 5.89% registrado en mayo. Para la inflación subyacente, los encuestados también pronostican una tasa mensual de 0.35%, o de 4.34% anual, ligeramente menor que el 4.37% registrado en mayo.

    Las expectativas de inflación general de cierre de año aumentan ligeramente. Las tasas de inflación general anual proyectadas para el cierre de 2021 y 2022 ahora se ubican en 5.10% y 3.61%, respectivamente, desde 5.06% y 3.60% anteriormente. En cuanto a la inflación subyacente, el consenso ahora la estima en 4.00% para el cierre de 2021, desde una estimación previa de 3.90%; la proyección correspondiente para 2022 se mantuvo prácticamente sin cambio en 3.57% (3.55% anterior).

    La expectativa de crecimiento del PIB para 2021 se incrementa a 5.8%. Esto es mayor al 5.5% en nuestra encuesta anterior, y considerablemente mayor que el 5.0% de hace dos encuestas. El rango de estimaciones para el crecimiento del PIB en 2021 ahora se encuentra entre 5.0% y 6.8%. Para 2022, las expectativas de crecimiento del PIB aumentaron ligeramente a 2.9% desde 2.8%.

  • Anticipan inflación alta en marzo

    Citibanamex

    ¿Se cerró la ventana para recortar tasa (al menos por ahora)? Solo 11 de las 29 instituciones (38%) en nuestra Encuesta Citibanamex de Expectativas (ECE) de hoy afirman que el próximo movimiento en la tasa de política será un recorte de 25pb en la reunión de esta semana. Esto contrasta con los 17/28 (61%) y 21/28 (75%) participantes que explícitamente indicaron una expectativa de disminución de 25pb para marzo de 2021 en las ediciones de la ECE del 5 de marzo y del 22 de febrero, respectivamente. No obstante, el consenso sigue anticipando que la tasa de política cerrará el año en 3.75%. En contraste, para el cierre de 2022 la expectativa mediana para la tasa de política ahora se ubica en 4.00% vs 3.75% en nuestra encuesta anterior.

    Menor depreciación en 2022 vs 2021. El consenso estima que, al cierre de 2021, el peso se ubicaría en 20.30 unidades por dólar, nivel similar al de 20.33 previsto hace una quincena. Para el cierre de 2022, el USDMXN se proyecta en 20.55, menor a los 20.73 pesos por dólar esperados hace dos semanas.

    El consenso pronostica que la inflación general anual se ubicó en 3.9% durante la primera quincena de marzo. Los encuestados anticipan que el INPC en la primera mitad de marzo se incrementó 0.29% quincenal, o 3.87% anual, por arriba del 3.68% registrado en las dos semanas previas. Para la inflación subyacente, los analistas esperan una tasa quincenal de 0.21%, o 3.95% anual, también mayor al 3.89% observado hace quince días.

    Para marzo en su conjunto, el consenso anticipa que la inflación general anual será de 4.3%. El pronóstico de inflación general de marzo por parte del consenso es de 0.46% mensual, o 4.29% anual, por arriba del 3.76% de febrero. Para la inflación subyacente, los encuestados esperan 0.35% mensual o 3.92% anual, mayor que el 3.87% registrado en febrero.

    Las expectativas de inflación general para el cierre de 2021 aumentaron a 3.95% desde 3.83% en nuestra encuesta anterior, mientras que para 2022 permanecen sin cambios en 3.50% anual. En cuanto a la inflación subyacente, el consenso sigue esperando que cierre 2021 en 3.60%, mientras que su estimación correspondiente para 2022 se mantuvo prácticamente sin cambios en 3.40%.

    Las expectativas de crecimiento del PIB en 2021 aumentan a 4.5%. Esto es significativamente mayor al 4.0% en nuestra encuesta previa, y la estimación más alta para 2021 desde que empezamos a hacer esta pregunta. La incertidumbre alrededor de esta estimación persiste, con pronósticos que se mueven en un rango desde 3.0% hasta 6.0%. Para 2022, las expectativas de crecimiento del PIB permanecen en 2.7%, como en nuestras últimas dos encuestas.

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