Por: José Antonio Chávez
La derrota de Alejandra del Moral contra Delfina Gómez, no fue casualidad, se generó por dos razones: la arrogancia y soberbia de su equipo cercano que cerró el paso a sus aliados y la desconocida que le dio el gobernador a su candidata.
Esos dos elementos fueron elementales para que Alejandra se hundiera en una carrera que venía marcada para su derrota desde el pasado proceso electoral del 2017.
Primero, los cercanos de la candidata del PRI, simplemente mantenían pleito casado con el líder nacional, Alejandro Moreno “Alito”, hablaban pestes a su espalda y cuando los visitaba en edomex, en precampaña y campaña lo recibían con sonrisas como una auténtica hipocrecía política.
No estaban de acuerdo que fuera el líder nacional del partido porque en automático sabían, muchos de esa gente cercana que, con el al frente en 2024 estarían condenados a no tener candidaturas por beca, ese era su dolor.
En consecuencia, esos cercanos decidieron, incluso, cerrarles el paso a los panistas de Marko Cortés y a los perredistas de Jesús Zambrano. No permitieron se integraran a la estrategia de campaña, vaya se lo quisieron comer solitos.
Obviamente hubo encabronamiento, principalmente del ex alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar que de por si estaba que no lo calentaba ni el sol porque lo bajaron de la candidatura y con eso de excluirlos, pues simplemente decidieron hacerse a un lado de doña Alejandra.
Entonces si hay un culpable, que le busque doña Alejandra en su equipo y le pregunte a Don Alfredo también, porque queda claro que deben saber quién hizo esas ocurrencias de soberbia y arrogancia para dejarlos afuera a los aliados o tal vez la pregunta obligada sería: ¿fue línea del gobernador?
Vamos a ver cuantos de esos cercanos ahora salen con la derrota cabisbajos, pero con la sonrisa en su interior por los bolsillos repletos de lo que no llegó a sus destinatarios. Como dicen las malas lenguas en cada elección siempre salen nuevos ricos, aunque pierdan.
Y dos, no pierda de vista las declaraciones de la Vocera del PRI, la diputada federal, Paloma Sánchez que acusó al gobernador Alfredo del Mazo de desconocer a su candidata y más grave favorecer su operación a Morena.
Una verdadera traición que sin duda tendrá su recompensa, una Embajada podría ser como ha ocurrido con el resto de priistas que entregaron sus estados a AMLO a cambio de esos cargos diplomáticos, anote Sinaloa, Sonora, Quintana Roo, Hidalgo, por citar algunos.
Los cercanos a Alejandra no midieron o no quisieron entender el mensaje de las elecciones del 2017 cuando Del Mazo logró un triunfo apretado con una diferencia de cerca de 400 mil votos con Delfina Gómez que recién aparecía como candidata de Morena para arrebatarle un millón de votos, es decir el hijo privilegiado del grupo Atlacomulco, apenas alcanzó 2.2 millones de votos, una cifra menor a 3.1 de su antecesor, Eruviel Avila y contra 1.8 de ese entonces de la morenista. Hasta Juan Zepeda, del entonces PRD les rasguño votos al superar, históricamente para el sol azteca más de un millón de votos.
MORENA FESTEJA LA SALIDA DE ATLACOMULCO
Para el líder de Morena, Mario Delgado el estado de México dejo de ser un bastión del grupo Atlacomulco que no permitía la entrada de otras fuerzas políticas opositoras.
El triunfo de Delfina Gómez levantó la moral en el partido y sobre todo de Ricardo Monreal, líder del Senado, toda vez que, junto con las otras corcholatas, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Claudia Sheinbaum, no dejaron de apoyar a la senadora con licencia.
Delfina Gómez en el 2017 les metió un susto a los priistas mexiquenses y su gobernador Del mazo que no dimensionaron las cifras ni el mensaje.
Su coloquial frase de esta requetebién y su radiografía, que con todo orgullo platicaba en los encuentros con periodistas sobre el origen de sus padres de oficio albañil, daba a conocer que gracias a ese oficio les pudieron dar las carreras a ella y sus hermanos.
Bueno, con ese triunfo la oposición del PRI, PAN y PRD sin duda deberán analizar las traiciones y cerrar pinzas para evitar fracturas que puedan afectar su ruta al 2024. Movimiento Ciudadano de Dante Delgado ya mostró musculo para donde van sus votos, edomex fue la prueba de ácido y la pasaron requetebién.
Entonces, la alianza de Va por México o se amarran, o se amarran, porque no les queda de otra, fortalecen la alianza o le dan la razón al Presidente que los quiere dividir o más bien desintegrar. Ahora les tocará recibir todo el lodazal por la derrota con la ayuda de la traición del edomex. Ni hablar.
